El 26 de febrero de 2003, comienza el genocidio de Darfur, la limpieza étnica de los habitantes no árabes de la región por las fuerzas del gobierno de Sudán
En esta fecha de 2003 comienza el genocidio de Darfur, cuando un grupo autodenominado “Frente de Liberación de Darfur” (DLF) reivindica públicamente un ataque contra Golo, la sede del distrito de Jebel Marra, en Sudán.
El gobierno sudanés respondió a los ataques llevando a cabo una campaña de limpieza étnica contra los no árabes de Darfur. Esto resultó en la muerte de cientos de miles de civiles y a que el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, sea acusado por genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional
A principios de 1991, la tribu (no árabe) zaghawa de Sudán denunció que sus miembros eran víctimas de una campaña de apartheid cada vez más intensa, que segregaba a árabes y no árabes.
El gobierno de Sudán fue acusado de “manipular hábilmente la solidaridad árabe” para llevar a cabo políticas de apartheid y limpieza étnica contra los sudaneses no árabes.
Según el activista ghanés George Ayittey, “en Sudán … los árabes monopolizaron el poder y excluyeron a los negros: el apartheid árabe“. Muchas figuras africanas se unieron a Ayittey para acusar a Sudán de practicar el “apartheid árabe”.
No existe acuerdo en cuanto al número de muertes producidas por el conflicto en Darfur. Generalmente se considera creíble la cifra de 400.000 víctimas proporcionada por la organización no gubernamental “Coalición para la Justicia Internacional”, que también ha sido implícitamente dada por válida por la ONU.
Se cree que más de dos millones de personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa del conflicto.