La ventaja de tener un gato es que puedes ponerle lo que se te ocurra como nombre: de todos modos nunca vienen cuando los llamas
Según los especialistas, una de las formas más populares de elegir un nombre de gato es sumergirse en el pasado (del dueño, no del gato). Afirmación bastante discutible, pero si fuera cierto: ¿qué mejor recuerdo de nuestro pasado que las comidas que comíamos en lo de los abuelos?
Y si se trata de comidas judías, he aquí algunas ideas.
Jalá (pan trenzado)
A veces los gatos se parecen a los panes. Se sientan con sus patas dobladas debajo de ellos, y oh, magia, se convierten en un pan.
Kneidalej
Si llamas kneidalej a tu gato, sin dudas abrirás las cajas del recuerdo de los kneidalaj de tu bobe, delicados y únicos.
Sobre todo cuando lo veas rodar y hacerse una bola, parecida a esos que flotaban en el caldo de la infancia…
Pastrami
Queda mejor que “pastrón”, y de gatos que se llaman Brisket (otra manera de preparar el mismo corte de carne) está tan lleno Instagram que nos quedamos con esta opción.
Al margen, ¿será que Brisket es el nombre favorito de los gatos judíos (en Estados Unidos)?
Rugalaj (un tipo de arrollado con chocolate)
No se nos ocurre nada al respecto, salvo que hay gatos adorables en Instagram que se llaman Rugalaj. ¿Quién te impide ponerle ese nombre a tu gato…?
Bialy (panecillo con cebolla)
Mucha gente busca “nombres de gatos lindos” para su gato. Porque los gatos son lindos, y se merecen un nombre “lindo”. Y “bialy” es, probablemente, el nombre más lindo de esta lista.
Sí, ya sabemos: probablemente conozcas al bialy por su otro nombre: “pletzale”. Pero convengamos que, como nombre de gato, bialy es mejor…
Babka (pastel veteado, generalmente con chocolate)
Los gatos pueden parecerse a una jalá, pero también a una babka (y te permite ponerles un segundo nombre: babka chocolate, babka canela o cualquier otro tipo de babka. ¡Las posibilidades son infinitas!)
Fuente: myjewishlearning.com