El 16 de Mayo de 1929, nace Adrienne Cecile Rich poeta y militante feminista autodefinida como “la judía lesbiana criada para ser una gentil heterosexual”
En esta fecha de 1929 nace Adrienne Cecile Rich, poeta, ensayista y feminista estadounidense.
Fue llamada “una de las poetas más leídas e influyentes de la segunda mitad del siglo XX”, y se le atribuyó haber llevado “la opresión de las mujeres y las lesbiana al primer plano del discurso poético”.
Hija de Arnold Rice Rich, un renombrado médico judío, y de Helen Elizabeth Jones, compositora y pianista protestante, fue criada junto a su hermana como cristiana.
Rich se definía a si misma como la “lesbiana judía criada para ser una gentil heterosexual”, y su vida fue un progresivo camino hacia una doble salida del closet: como lesbiana y como judía.
Rich es hoy en día universalmente reconocida como un ícono literario del movimiento feminista, pero su auto-asumida identidad judía sigue estando en gran parte velada por los mismos sectores que la celebran.
El primer mojón en su “salida del closet” en tanto judía, se puede quizás en el poema de 1960 Readings of History, en donde dice:
Dividida desde la raíz, ni gentil ni judía
Ni yankee ni rebelde, nacida
enfrentada a dos antiguos cultos,
Soy una buena lectora de historias
Luego, en 1974, Adrienne Rich escribe esta carta a Abraham Chapman, reimpresa en la antología “Literatura judía estadounidense”:
“No sé si piensa que sea significativo la manera en que los escritores que incluye se relacionan con su judeidad. En mi propio caso, sería considerada judía por los antisemitas y no-judía por los judíos al ser mi madre protestante.
Aunque mi padre judío tuvo mientras crecía una gran influencia en mis lecturas y escritura, él era un asimilacionista y envió a sus hijas a la Iglesia Episcopal.
Me casé con un judío agnóstico y he encontrado que toda religión patriarcal es cada vez más inaceptable. Me he sentido una extraña en la cultura judía, en parte debido a mi trasfondo personal, pero también como mujer: la ficción judía reciente, por ejemplo, me repele por su misoginia, aunque la misoginia no se limita en modo alguno al judaísmo.
Cuando recibí tu carta y pensé en ello, me di cuenta de que aunque me identificaría como judía dondequiera que los judíos fueren atacados o amenazados, nunca me he sentido como una escritora judía, incluso en el sentido en que una poeta como Denise Levertov, también medio protestante, es capaz de identificarse con sus antepasados jasídicos y usar esa identificación en su poesía.
Menciono todo esto al darme cuenta de que, sin duda, sus criterios de inclusión en la antología son muy amplios…”
Ocho años después, en 1982, Rich escribe Split at the Root: An Essay on Jewish Identity (“Dividida desde la raíz: un ensayo sobre la identidad judía”), en donde dice:
“La experiencia de la maternidad me llevó eventualmente a radicalizarme; pero antes de eso me encontré más directamente con la institución de la maternidad en una versión cultural judía; y me sentí rebelde, malhumorado, defensivo, incapaz de distinguir lo que era judío de lo que era simplemente la maternidad o el destino femenino“.
“Split at the Root” es una reflexión sobre identidades suprimidas tanto como expresadas.
Rich escribe sobre su incipiente conciencia judía, la conciencia de ser “otra” que le fue impuesta por el antisemitismo tan agresivo como internalizado por su padre, por personajes que conoció en la literatura, por sus compañeros en la universidad y por extraños con que se cruzó por azar.
Sobre la presión familiar para actuar “más como una gentil (no-judía)”, Rich escribe:
“Nosotras -mi madre, mi hermana y yo- éramos constantemente instadas a hablar en voz baja en público, a vestirnos sin ostentación, a reprimir toda vivacidad o espontaneidad, a asimilarnos a un mundo que podría vernos como demasiado extravagantes“.
Son estos recuerdos, en los que lo judío es indistinguible de lo queer, los que llevan a Adrienne Rich a autodefinirse como una “lesbiana judía criada para ser una gentil heterosexual”.
Rich dedicó buena parte de sus últimos años a la causa del feminismo judío, en tanto co-editora desde 1990 de Bridges: A Journal for Jewish Feminists and Our Friends, evolución de un newsletter feminista judío publicado desde 1988 por la National Feminist Task Force de la New Jewish Agenda.
El newsletter se llamaba Gesher (en hebreo puente o “bridge”) y estaba dirigido por Ruth Atkin y Adrienne Rich.
Bridges se presentaba como una publicación independiente de ficción, poesía, ensayos, artes visuales y crítica de libros.
En la práctica servía como espacio de conexión para las mujeres judías que participaban activamente en los movimientos antirracistas, por la justicia económica, por la paz, por la igualdad de género, y por la renovación judía; e integraba el análisis del racismo y del clasismo con el pensamiento feminista judío.
Paradigma de la interseccionalidad antes de que existiera el término, Rich y las otras coeditoras de Bridges insistieron desde el principio en poner en valor la multiplicidad de experiencias e identidades judías.
Bridges se hizo eco, por ejemplo, de voces latinoamericanas como las de Marjorie Agosin (Chile), Ruth Behar (Cuba), Aurora Levins Morales (Puerto Rico) y Renée Epelbaum (una de las fundadoras de las Madres de la Plaza de Mayo).
Bridges ha dado también un lugar de privilegio a los problemas de clase. Incluía regularmente una columna llamada “Palabras de la clase trabajadora”, y la sección especial “Hacer visibles nuestras vidas: las mujeres pobres y de la clase trabajadora hablan”.
Adrienne Rich falleció en 2012. Bridges dejó de publicarse en 2011, y el dominio web que alojaba la revista es ahora un sitio de apuestas de la India.