El 2 de enero de 1816, nace Shmuel Salant, el principal rabino de Jerusalén del siglo XIX
En esta fecha de 1816, nace en Bialystok el rabino Shmuel Salant, quien fue el líder rabínico de Jerusalén durante casi setenta años.
En 1840 emigró con su esposa e hijo a Jerusalén, en parte por consejo de los médicos, que lo instaron a vivir en climas más cálidos debido a una enfermedad pulmonar.
En el camino, en Constantinopla, Salant se hizo amigo de Sir Moses Montefiore, que viajaba para defender en persona a los judíos falsamente acusado en un libelo de sangre en Damasco.
Unos quinientos ashkenazim vivían en Jerusalén cuando llegó, y fue durante su vida uno de sus principales recaudadores de fondos.
Viajó a Lituania, Polonia, Alemania, los Países Bajos y Gran Bretaña para conseguir donaciones, que Salant se aseguró de que fueran divididos en forma equitativa entre las comunidades sefardí y asquenazí de Jerusalén.
En 1866, cuando el cólera azotó a la ciudad, Salant ayudó a fundar una institución central que uniera a todos los diversos grupos ashkenazíes presentes en Jerusalem.
Ese ente se convirtió en el predecesor del Vaad Haklali (Comité General), que se convirtió en la institución central encargada de los asuntos económicos y religiosos de la comunidad ashkenazí.
Salant se convirtió en el rabino jefe asquenazí de la ciudad en 1871 (un puesto que no era reconocidos por los gobernantes otomanos), y durante su mandato, que terminó con su muerte en 1909, la población judía de Jerusalén creció de 5.000 a 30.000, extendiéndose más allá de los muros de la Ciudad Vieja, y se establecieron diversos e importantes centros de ayuda social y enseñanza.
“Palestina está ahora lista para su propio pueblo. Cuando llegué a Jerusalén, se necesitaban cuatro semanas para hacer un viaje que ahora se puede realizar en cuatro días. ¡Es maravilloso, maravilloso!” – Rabbi Shmuel Salant a los 95 años