El 4 de mayo de 1929, nace la actriz Audrey Hepburn, que ayudó a salvar judíos holandeses durante el Holocausto, pese a las conexiones con los nazis de parte de su familia
En esta fecha nace una de las mayores estrellas de la historia de Hollywood, Audrey Hepburn, quien durante la Segunda Guerra Mundial se opuso a los nazis y fue parte de un esfuerzo que salvó a cientos de judíos holandeses durante la Shoá.
Audrey Hepburn protagonizó una miríada de papeles memorables, y forma parte de la pequeña minoría de quienes ganaron un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony.
Sin embargo, su papel más importante es quizás el menos conocido: es la historia de una aristócrata holandesa, criada por padres filonazis, que ayudó a la resistencia de su país contra los nazis mientras soportaba la tragedia y el hambre y se convertía, al mismo tiempo, en una “prima ballerina” en camino al estrellato de Hollywood.
Su madre holandesa, la baronesa Ella van Heemstra, conoció a Hitler en la década de 1930 y escribió con admiración sobre él en publicaciones fascistas británicas, pero cambió de opinión durante la brutal ocupación nazi de los Países Bajos entre 1940 a 1945.
Por el contrario, las inconmovibles simpatías nazis del padre de Hepburn, Joseph Ruston, lo mantuvieron encarcelado durante toda la guerra. Ruston no tuvo ningún contacto con su hija después de su divorcio de Ella.
La baronesa se pasó a la Resistencia holandesa después de que los nazis ejecutaran al amado tío de Hepburn, Otto Ernst Gelder, Conde de van Limburg Stirum, fiscal de la corte arrestado por los nazis por desobedecer sus políticas.
El 15 de agosto de 1942, fue asesinado en una ejecución masiva junto con otro pariente, el Barón Schimmelpenninck van der Oye.
Ella y Audrey se mudaron a Velp, donde vivieron con el abuelo de Audrey, el barón van Heemstra, y la viuda de Otto, Meisje.
Allí la familia se unió y pasó a la resistencia. El hermano de Audrey, Alex, se convirtió en un “onderduiker”, un miembro de la resistencia que entró en la clandestinidad.
Arriesgaron sus vidas ocultando a un soldado británico herido, a quien ayudaron haciendo las veces de enfermeras.
Los castigos colectivos nazis por las acciones de la resistencia incluían capturar a mujeres y niñas holandesas y obligarlas a trabajar en cocinas alemanas; Hepburn
estaba entre las capturadas en una de esas redadas, pero logró escapar.
Hepburn también rechazó en 1944 una orden para unirse a un comité de artistas nazis, lo que terminó con su floreciente carrera en la danza, que la había convertido en la
bailarina más famosa de Arnhem.
La profesora de ballet de Hepburn, Winja Marova, era judía y logró salvarse escondiendo su identidad de los ocupantes nazis.
Hepburn también ayudó a un notable médico, Hendrik Visser ‘t Hooft, que ayudó a esconder a cientos de judíos en Velp durante la guerra.
Él sabía dónde estaban todos los judíos en Velp, y Audrey sabía algunas de las cosas que él sabía: era una de las personas que llevaba mensajes a las familias que protegían a los judíos, y usaba el dinero que ganaba con la danza para ayudar a la resistencia y para alimentar a los judíos escondidos.