¿Por qué se prenden velas en shabat? ¿Cuál es su significado y simbología…?
Como mencionamos, en la ceremonia de inicio de shabat se encienden dos velas, que representan las dos veces que se formula en la Torá el mandamiento de observar el día y, más específicamente, los diferentes verbos, “shamor” (guardar) y “zajor” (recordar) con los que comienza cada mandamiento. Pero las explicaciones alternativas para esta costumbre abundan, y algunas familias van más allá del mínimo de dos velas. Algunas encienden una vela por cada hij@, mientras que otras encienden una tercera vela para representar a todos sus hij@s. Por la importancia del número siete en el judaísmo (los siete días de la creación, por ejemplo), otras costumbres incluyen el encendido de siete velas en shabat.
Una de las imágenes judías más clásicas es la de una mujer encendiendo las velas del shabat antes de que se ponga el sol el viernes. Cierra los ojos, mueve sus manos en círculo en el aire frente a las velas -como si atrajera hacia ella la energía de las velas- y recita la bendición tradicional.
El mandamiento de encender las velas se aplica tanto a hombres como a mujeres, pero con el correr de los siglos se hizo tradicional que lo hicieran las mujeres, al asociarlas más cercanamente con el hogar.
Hoy en día vuelve a haber hombres que encienden las velas del shabat, pero la costumbre de que lo hagan las mujeres sigue siendo predominante, incluso en las comunidades comandadas por mujeres, rabinas o dirigentes laicas.
Como dijimos, una vez que se encienden las velas, se dice la bendición respectiva con los ojos cerrados. Habitualmente, la persona encargada añade una bendición silenciosa para la familia.
Las explicaciones para esta costumbre son variadas. En la tradición judía, es habitual decir una bendición antes de realizar un acto: por ejemplo, se bendice el pan antes de comerlo.
Pero la bendición por el encendido de las velas indica el comienzo del shabat, y en shabat está prohibido crear luz. Por lo tanto, se violarían las reglas del día si primero se dijera la bendición y luego se encendieran las velas.
Pero en este caso, habría que decir la bendición antes de que el acto esté realizado, y por ello se convirtió en costumbre mantener con los ojos cerrados para no ver la luz mientras se recita la bendición.
Cuando se bajan las manos de enfrente de los ojos, es como si hubiéramos dicho la bendición antes de que se encendieran las velas.
La tradición prescribe que se enciendan las velas dieciocho minutos antes del atardecer. El shabat comienza oficialmente con la puesta del sol, pero el encendido de velas marca su comienzo para quienes lo hicieron.
El encendido de velas se hace temprano, tanto para proporcionar un colchón de tiempo para no encender las velas accidentalmente después de la puesta del sol, y porque es difícil determinar exactamente cuándo ocurre la puesta de sol.
La luz del shabat es símbolo de gozo y armonía, a las que atraemos a nosotros mismos y a nuestro hogar.
El shabat también es imaginado como una novia, y el movimiento de las manos al encender las velas “hace entrar” a la novia a la casa.
El libro de Proverbios dice: “El alma de una persona es la luz de Dios”. Después de que se encienden las velas, muchas personas se toman un momento para reflexionar sobre el alma, nuestro ser interior, quiénes somos en el mundo, y cómo nuestra luz interior está conectada a la luz divina.
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