Aunque no es un seder como el de Pesaj, la cena de Rosh Hashaná (el año nuevo judío) también tiene una serie de componentes simbólicos muy sugerentes…
Así como se realiza una cena tradicional de Rosh Hashaná
Kidush: El vino no puede estar ausente en ninguna celebración judía, y la cena comienza con un Kidush (bendición del vino) especial.
Shejeianu: La tradicional bendición en agradecimiento por permitirnos llegar a vivir este día, que se dice en la cena del segundo día de Rosh Hashaná.
En este punto, hay quienes recitan el Hamotzí (bendición del pan), los más tradicionalistas con azúcar en vez de sal.
Se come con miel la primer rebanada de jalá (pan trenzado) agulá, que es redonda -para simbolizar el eterno recomenzar del ciclo de la vida- y dulce
Cuando ya se comió, se le da a cada uno de los presentes un trozo de manzana con miel, y se recita la bendición Borei Pri haEtz (bendición del fruto de los árboles).
Después de haber comido una pequeña parte de la manzana con miel, se dice una plegaria para pedir por un año bueno y dulce.
Simanim: alimentos simbólicos (se comen sin un orden en particular), cada uno acompañado de una oración especial que alude a ese significado simbólico de cada uno
Zanahoria: Para que aumenten nuestros méritos
Silka (acelga) o remolacha: Para alejar a todos los que buscan nuestro mal.
Karti (poro o puerro): Para que nos libre de todos los que buscan nuestro mal.
Rimón (granada): Para que nuestros méritos sean tan abundantes como las semillas de una granada
Tamri (dátil): Una de las siete especies mediante las cuales Israel fue bendecido por el Eterno
Kara (calabaza): Para eliminar los decretos malos y que que nuestros méritos sean proclamados
Rubia (judías verdes): Simbolizan el deseo de que aumenten los méritos propios.
Cabeza de pescado: Para que seamos la cabeza y no la cola
Pescado: Como símbolo de bendición y crecimiento, que algunos acompañan con una oración pidiendo “ser fructíferos y multiplicarnos como los peces”.
No hay alimentos “excluidos” en la mesa de Rosh Hashaná, aunque hay quienes evitan las nueces, pues -según la gematria- el valor numérico en hebreo de egoz (nuez) es equivalente al de jet (pecado), y es mejor evitar cualquier sugerencia al pecado en Rosh Hashaná.
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