LA MESA DEL SEDER DE PESAJ
Terminados todos los preparativos, se procede a tender la mesa del Séder, a la cual se acostumbra invitar a parientes y amigos, asi como también a viajeros que casualmente se hallen en la comunidad.
No puede faltar el mantel, porque según el concepto rabinico toda mesa sobre la
cual un judio come de acuerdo a los preceptos de la religión judía relativos a alimentación, es un altar; y, efectivamente, antes de pronunciar la última oración, los judios piadosos suelen recitar el versículo: “Y me habló: «Esta es la mesa que está ante Dios».
En la mesa del Séder es preciso comer reclinados. Es una antigua costumbre tomada de los griegos y de los romanos que comían recostados en reclinatorios especiales. Esto lo podían hacer, empero, solamente los ricos, los amos; el esclavo y el siervo no podían comer recostados, ni en la misma mesa de su dueño; su lugar era de pié aguardando las órdenes, o a las plantas de los amos tocando y cantando para amenizar la reunión.
En la noche de Pésaj el judío, hasta el mas humilde, come reclinado, porque es un hombre libre, un verdadero señor de sí mismo.
Matzá
La matzá es el pan sin levadura que los judíos deben comer durante la Pascua: “Siete días comerás pan sin levadura; el primer día quitarás la levadura de tu casa “(Éxodo 12:15). La matzá se come como un símbolo de la prisa con la que los judíos salieron de Egipto: después de la décima plaga, los israelitas recogieron sus cosas y salieron rápidamente de Egipto, sin tiempo para permitir que leudara el pan. Por lo tanto, en Pésaj comemos matzá, pan “que no se levantó”, para simbolizar esta prisa.
Técnicamente, la matzá es una mezcla de harina y agua que no contiene levadura. Los sabios de la época rabínica determinaron que, desde el momento en que la harina y el agua se mezclan, todo el proceso de cocción debe tomar menos de dieciocho minutos para que el pan no se levante.
La matzá también tiene un significado espiritual. Es un símbolo de humildad y de rechazo de la arrogancia: igual que el pan que se eleva, los seres humanos nos “hinchamos” y volvemos arrogantes si no tratamos conscientemente de evitarlo. La matzá de la necesidad de ser humildes, cautelosos y conscientes de nuestra humana inclinación hacia la arrogancia.
Hay un momento durante el seder de Pesaj en el que la matzá también representa la pobreza. Decimos en el seder, “Este es el pan de la pobreza que nuestros antepasados comieron en la tierra de Egipto. Que todos los que tienen hambre vengan y coman, que todos los necesitados vengan y compartan la comida de la Pascua”.
La matzá simboliza así tanto la libertad como la pobreza. Nos recuerda que fuimos esclavos y también que deberíamos estar agradecidos por nuestra libertad. Es costumbre tener invitados al Seder, y se considera especialmente meritorio invitar al mismo a los pobres y necesitados.
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