Pesaj es una de las fiestas más antiguas de la humanidad, quizás la más antigua que se celebre aún en nuestros días.
De múltiples significados, refleja el desarrollo histórico y cultural del pueblo judío y condensa en símbolos los acontecimientos de su pasado, como así también los primeros vestigios de su civilización y de las culturas que la precedieron.
Como dijo alguien alguna vez, “los judios son los ‘contemporáneos’ de todos los tiempos”.
En el primero de los Diez Mandamientos, Dios dice: “Yo soy Adonai tu Dios, que te saqué de Egipto” (Éxodo 20: 2). Algunos comentaristas judíos han preguntado por qué Dios incluye la referencia a la salida de Egipto.
¿No podría Dios haber dicho, “Yo soy Adonai tu Dios” y detenerse allí mismo? La respuesta radica en la importancia radical de la redención de Israel de la esclavitud en Egipto por parte de Dios.
El Éxodo de Egipto es crucial para la relación de Dios con el pueblo judío desde los tiempos bíblicos hasta en día.
La redención de Egipto es el máximo paradigma de libertad y esperanza en el judaísmo. Y la partición por Dios de las aguas del Mar Rojo para salvar a los israelitas del desastre es un símbolo de la esperanza en nuestras horas más oscuras.
La fiesta de la Pascua es una celebración de la libertad y la esperanza.