Purim no se trata solo de disfraces y borracheras. La solidaridad también es un mandato religioso
Majatzit Hashekel
También era costumbre dar el equivalente a medio shekel (la tradicional moneda hebrea) a los pobres antes de la lectura de la meguila, en conmemoración del medio shekel con que contribuía cada judío para el Templo de Jerusalem -cuyo mérito, según el Talmud, contrarrestó las 10.000 monedas de plata que Haman habría dado al Rey Asuero para obtener el decreto real que llamaba a exterminio del pueblo judío-.
La tradición es dar tres monedas de “media denominación” (por ejemplo monedas de medio dólar) para tzedaká (acto solidario entendida no como caridad que depende de la voluntad de cada quien, sino como acto de justicia y reparación del mundo) en la tarde del Ayuno de Ester, antes de minjá (las plegarias de la tarde).
En muchas sinagogas se ponen platos con medio dólar de plata, para que todos puedan “adquirirlos” para usarlos en la observancia de esta costumbre.
Es costumbre dar tres medio dólar por cada miembro de la familia. Esto conmemora las tres contribuciones que los judíos daban en la época bíblica para la construcción del Tabernáculo y sus sacrificios.
Esta tradición se ha luego ampliado para incluir a todo tipo de actos y donaciones benéficas previas a la fiesta.
Mishloaj Manot
También relacionada con esta tradición es la costumbre de dar cestas de frutas y pasteles a los amigos y allegados en Purim. Estos regalos deben estar conformados por al menos dos clases de alimentos preparados (pasteles, fruta, bebida, golosinas), siendo preferible que sean entregados por intermedio de terceros.
Es debido a esto que se acostumbra que los niños, además de enviar sus propios regalos a sus amigos, sean los mensajeros de los adultos.
Matanot Laevionim (Ocuparse de los necesitados)
Esta es una responsabilidad de todo el año; pero en Purim hay un mandamiento especial de ayudar directamente al necesitado, estando establecido que deben ser por lo menos dos las personas que reciban la ayuda.
No existe la necesidad de dar comestibles, sino que al contrario es aconsejable dar un donativo monetario. Es aconsejable dar en donativos para los pobres más de lo que se gasta en el banquete de Purim y en los regalos a los amigos, pues según la Torá no existe mayor y más noble alegría que regocijar a los pobres, a los huérfanos, a las viudas y a los extranjeros.
El que los alegra, dice la tradición judía, sigue el ejemplo de D’s, como está escrito: “Aviva el espíritu de los humildes y anima el corazón de los afligidos” (Isaias 57:15).
Al igual que con el resto de las mitzvot (mandamientos) de Purim, hasta los niños más pequeños deben cumplirlas y una manera es que coloquen dos monedas – como mínimo – en alcancías destinadas a tzedaká.