¿Te has preguntado “cuándo festejan el año nuevo los judíos”? ¿Ya lo sabes, pero no tienes mucha idea de qué se trata? Aquí están las respuestas…
Rosh Hashaná, antes que nada, no es la “navidad judía”, sino que significa literalmente “cabeza del año”. Es al mismo tiempo la celebración de Año Nuevo y el inicio de un periodo penitencial que culmina con Iom Kipur (el Día del Perdón) diez días después. Al igual que en la mayoría de las fiestas judías, los servicios en la sinagoga y las comidas festivas son las formas básica de celebrar Rosh Hashaná. En Rosh Hashaná, los servicios religiosos comienzan por la tarde (que es cuando comienzan la mayoría de las fiestas judías) y continúan las dos mañanas siguientes (excepto en algunas sinagogas reformistas y reconstruccionistas, donde se realizan una sola mañana). Las cenas festivas se realizan las dos primeras noches (la festividad termina al anochecer del tercer día), por lo general sumando a la mesa a parientes y amigos. Este es el costado de celebración de Rosh Hashaná, el que marca el comienzo de un nuevo año de acuerdo con la religión judía, y en forma parecida al 1 de enero en el calendario secular (aunque el calendario religioso judío es diferente, en tanto mide el tiempo según una fórmula compleja que se estableció hace milenios). Pero este aspecto festivo no es el más significativo. Más bien, es reflexivo, pues Rosh Hashaná marca el comienzo de un período penitencial de diez días que culmina en Iom Kippur. Durante este período analizamos lo ocurrido en el transcurso del año anterior para ver a quién hemos herido y para rectificar los errores que hayamos cometido. En hebreo, este período se llama Iamim Noraim (los “Días temibles, o de temor”), y alude a que el “temor” es parte del núcleo de la festividad. “Noraim”, en este caso, significa algo parecido al miedo profundo. Experimentamos este miedo en Rosh Hashaná porque debemos enfrentarnos a la realidad del poco control y poder que realmente tenemos sobre nuestras propias vidas. Sentimos profundamente cuán temporal es nuestra presencia en este mundo, cómo se nos escapan y fluyen nuestras vidas. En pocas palabras, hay personas que conocemos que podrían morir entre este Rosh Hashaná y el próximo. Incluso podríamos ser nosotros mismos los que sigamos ese camino. En Rosh Hashaná, nos presentamos ante Dios para reconocer nuestra impotencia en este mundo, y pedirle a Aquel que da la vida y también la toma que nos conceda un año más en este mundo. Se nos pide que tratemos de volver a vivir la vida que deberíamos estar viviendo, y que regresemos a Dios. La palabra en hebreo para “regresar” es “teshuvá“, y es el tema central de ese período de diez días, los Iamim Noraim. Siguiente: ¿Qué es la teshuvá?